Pudiera describirla con mil palabras y
cantar en su nombre infinitas canciones,
pintarla con oleos y claros colores
y rosearle perfumes de todas las flores.
¡Así es la sincera amistad!
un sentimiento capaz
de llevarte a un mundo de paz,
a pesar que ya no puedas volar,
ni siquiera caminar.
Por tal motivo digo:
La amistad es un escudo implacable
capaz de protegerte ante la dura adversidad,
con fuerza, amor y sinceridad.
Anima y cuida el alma,
esperando que vuelva a volar,
y juntos otra vez viajar
hacia aquel mundo de
franqueza y sinceridad.
¡La amistad es un escudo brillante!
que nadie puede quebrar,
su luz te puede guiar y la salida mostrar
en esos momentos de oscuridad.
¡Amistad! escudo que nadie puede quebrar
cuando está hecho con sinceridad,
ni el mundo entero será capaz,
pues es Dios quien brilla en su metal.
La verdadera y sincera amistad
está hecho con un metal
más valioso que el Oro y la plata terrenal;
por ésto, tu amistad no tiene precio en
éste mundo material.