Chargement...

Oleo de memorias

Días como libélulas perdidas,
Noches socavadas con inviernos tibios,
Pasan por tu frente firme y decidida
Que busca en la aureola el claro alivio
Del que hablan los cielos y suspiran los lirios;
Y llora tu cabello una brisa de despedida.
 
Sentado solo en la cotidianidad del abrazo,
Te hablo de Morfeo desde mi humilde sueño,
Te hablo de sorpresas y te prometo acaso
Una brizna de antaño sabor de empeño,
Y con triste agonía dejé con desdeño
Un sabor febril de muriente ocaso
 
Cantaba tus nombres, te sentía sobremanera
Tocaba la luna una flauta vieja y fría;
Era tu flauta y tu recuerdo reverbera
Cuando tocabas perfecta una simple melodía
Y me abrasaban los rayos del sol a mediodía
Como abrazaban tus ojos este alma que espera.
 
Pintan, a veces, los oleos de tu risa
Tu reja blanca y breve, tu presencia a color,
Y trae en sus colores la brisa,
Tu mirada breve y un vago fulgor
Que enciende mis sienes a pensar en amor
En amor que se tiene sin demasiada prisa.
 
Y en la espera eterna entre las oscuras nubes
Me hablan de tu vida las estrellas, francas
De que una escalinata de vivencias subes
Con tu vestido teñido de noches blancas,
Y en tu cara redonda mi mirada se estanca
En verte los diez años que obnubilado estuve
 
Creyéndote por siempre de elevado blandir,
Vivíamos sentados ya cerca del cielo,
Siempre apasionado de tu regular reír,
Siempre, con mis añoranzas cerca del suelo
Y tus risas y tú siempre fino desvelo
Cosas que no partieron, no, aunque me tuviera que ir
 
Ebrio de versos muertos, volé
Y grabé tu mirada, oleo de memorias
Y a la vista lejana hacia tu lira embarqué
Fuera de mi caos, fuera de discordias
Y al fin a tus ojos, tú mirada transitoria
De nuevo, como en doce años, te amé.

Préféré par...
Autres oeuvres par Jeremías D....



Top