Quise regalarte un amor;
que fuera navío perdido
que fuera la flor del mañana,
un amor de palabras con filo,
que fuera silencio o abrazo
o mas bien las nubes de paso.
Quise regalarte poemas,
que fueran como ojos en sangre,
y así circular en vos, en tus venas
poemas de viento y tormenta,
o poemas de palabra lenta.
Quise regalarte silencios,
que fueran en la noche alunada,
mis labios de blanca figura,
besando tu boca estrellada
Que fueran substancia pura,
para tu alma como fresco río,
que aún en la mía perdura.