Cuando estemos de nuevo con nosotr… Contándonos los gestos, Cuando estemos hablando de las gen… A quienes más queremos, Quédate, por favor, mirando el sur…
Cuando el cielo os absorba las ent… Y quiera avergonzaros comparándose Con el cielo animal de la mirada, Volved los ojos hacia la infinitud Que lleváis escondida debajo de lo…
De tierra fresca eres: en la noche Me hueles a terreno trabajado. Tu olor de tierra en celo se me ac… Y me navega el cuerpo como un barc… Olor a entraña viva, a tierra jove…
Recuéstate a mi brazo. La sangre que por mis venas se des… Posee, algunas veces, deliciosos s… Afuera son las cinco de la tarde, Pero en mi alma se han quedado inm…
Hay fríos tan terribles que son ca… Fríos que nos carcomen como inmens… Fríos que nos persiguen dormidos y… Y nos ponen un negro temblor en la… Hay fríos tan espesos como carnes…
Por la hija que ríe estoy doliente… Por el hijo que llora estoy en pen… Porque los dos me han puesto la co… Del alma toda abierta y toda ardie… Porque los dos han hecho que ese d…
La ciudad nos envuelve largamente, Como una noche dolorosa. A nuestro lado ruedan los camiones Como brujas agónicas. Una campana se queja a lo lejos de…
He querido marcharme. Lo confieso… Dejar esta tristeza sin quejidos Y buscar un dolor sin retroceso Que me peine el cabello con gemido… He querido arrancarme este gran pe…
Qué bien tu amor aquí para que lad… Y asuste a los leones de la muerte… Qué bien tu amor velando como un p… Este miedo que tengo de perderte. Qué bien tu amor manando a mediodí…
Hoy mi vida no tiene peso alguno: Es un viento, menos que un viento, Menos que una raya de luz. Ahora ninguno puede serme oneroso. No hay terrenos resquemores debajo…
Esta vida en silencio En la sombra desnuda. Cayendo, meditando, De machacada y ebria se hace pura. Flotas tú restregada
La noche, deseosa, apenumbrada, Te quitó sin pensar las zapatillas… Y –por sentirse blanca y alumbrada… Desnudó blancamente tus rodillas. Luego –por diversión, sin decir na…
Hay maderas oscuras y profundas Como tus ojos y tus cabellos. Porque tus ojos y tus cabellos son Como maderas profundas y charolada… Hay maderas suaves y livianas
Los lechos son países deliciosos Donde sólo los seres elegidos Se pueden madurar. Desconocidos Se levantan de ellos los esposos Que los dioses protegen: silencios…
Soy hombre, he nacido, Tengo piel y esperanza. Yo exijo, por lo tanto, Que me dejen usarlas. No soy Dios: soy un hombre