#Cubanos #SigloXX
Mi corazón no sabe lo que espera, pero yo sé que espera todavía... igual que aquella noche que llovía y te besé bajo la enredadera. Tu amor se fue como si no se fuera…
Un gran amor, un gran amor lejano es algo así como la enredadera que no quisiera florecer en vano y sigue floreciendo aunque no quie… Un gran amor se nos acaba un día
Solo bajo los astros, te digo que… en la profunda noche de raíces de… Aquí, en un agua turbia que me agr… con el dolor creciente de la sed d… Isla de locos pájaros más allá de…
Que dulce, si lloviera de repente.… No sé por qué, porque tú estás lej… pero en la soledad de esta mañana hay algo de tu amor que no está au… Y yo sonrío, extraño adolescente
Sonríe, jardinera, si en el surco… y buscas el secreto profundo de la… no pienses que las rosas se afean… sino que las espinas se embellecen… Jugué al amor contigo, con vanidad…
Mujer: pues sobre todo lo infranqu… de la vida, también nos separa la… pues tan pronto y tan lejos de mi… y tal vez has partido para nunca t… sólo te digo adiós:
Ya era muy viejecita... Y un año… se fue quedando sola con su tiempo… Sola con su sonrisa de que nada ha… sola como una hermana mayor en su… Se fue quedando sola con los brazo…
Golondrina del alba sombría, mariposa del alba radiante: cuánto puede durar un instante, Un instante de noche en el día. Yo, que supe ignorar tantas cosas,
Un musical manto regio pliega en mi oído la brisa: Es el dulce florilegio del arpegio de tu risa... ¡Ríe!... Cuando en mi alma oscura
Gracias, amor, si hiciste que llov… en el último instante de este día, pues, por ser una lluvia triste y… hubo un rayo de sol sobre una hogu… Gracias, amor, si tu designio era
Una tarde lejana el hombre enamorado del amor fue a recoger, al pie de una venta… un beso y una flor Abajo estaban Ella
Yo la vi anoche ardiendo en su tam… y yo crecía hacia la noche pura en un afán secreto de estatura, uniendo mí alegría con mí daño. Y aquella realidad era un engaño,
Las olas vienen. Las olas van. Como las olas, tu recuerdo viene y se va. Las olas vienen.
He aquí dos rosas frescas, mojadas… una blanca, otra roja, como tu amo… Y he aquí que, lentamente, las dos… la roja, en vino blanco; la blanca… Al beber, gota a gota, los pétalos…
Yo estaba allí, con otra. Y de re… reconocí el espejo, aquel espejo que una tarde ausente pareció florecer con tu reflejo. Y renació en mi olvido