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El cesto

Primero se toma una mimbre,
y se la pone en agua,
para que pierda altanería, se haga dulce,
mandible, y tenga amor;
luego se la trenza como un sueño,
y, cuando está hecho el cesto,
puede ponerse en él la ropa blanca,
unas frutas rojas, doradas, o un gatito.
A veces, crujirá en la noche;
pero así se hizo el mundo,
y así, a veces,
se lamenta.
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