La noche era tan larga que todos l… y, de pronto, en el cielo brilló t… como una luna roja que hasta la ti… y nos toca la frente hundida en el… Desde entonces te siento, Señor,…

Si supiera, Señor, que Tú me espe… en el borde implacable de la muert… iría hacia tu luz, como una lanza que atraviesa la noche y nunca vue… Pero sé que no estás, que el vivir…

Cuando dos cuerpos se unen para am… se quema más despacio la soledad d… De corazón a corazón, de hueso a h… saltan pájaros ardiendo como puñal… piel del mundo o deseo donde la ca…

Nunca he sabido si acaso la muerte era algo más que tocar una rosa y sentir que sus pétalos rojos se ocultaban, de pronto, en la som… Me he perdido de noche en un bosqu…

Yo tengo un lazo azul todo de seda. Mamá me lo compró en una tienda. Yo tengo una flor blanca

Que es la noche de Reyes duérmete pronto, ya se oyen sus caballos bajo los chopos. Duérmete, hijo, duerme

Todas las cosas son las mismas que ayer estaban en mi orilla: tierra inmutable y poderosa, cielo sereno y hondo arriba, piedras heladas donde el tiempo

Bajo el viento implacable de los a… me inclino, como un árbol doloroso… hasta tocar la tierra donde el tie… mis pasos va borrando con su soplo… En la frente me suenan, dulcemente…

EL gallo rojo que al parirse el d… alza violentamente su cresta breve… escupe sobre el cielo esa nube de… que luego los poetas en sus poemas… Olvida los poetas y canta como sie…

La tarde quiso cantar una cancion larga y clara y un gran suspiro de luz se le murio en la garganta. Tristes lirios cenicientos

El zumo de la noche me gotea con racimos de estrellas en la car… y madura mi frente su luz triste, como una fruta sola sin su rama. He perdido mi tronco; ardientement…

Cuando todo, en el tiempo, era un… Tú creaste en la tierra, para que… la piedra enjuta y seca, los árbol… y mi corazón rojo, donde brama la… Pero yo no te canto, porque una lu…

Cuando los ojos de Dios se abren, amaneciendo por la tierra, y, sobre el mundo de los vivos, se derrama su transparencia, yo abro los míos para todo,

Ha llegado la noche para todos: yo reclino la frente en esta piedr… donde los siglos ciegamente pasan, mientras fulgen, arriba, las estre… Entre duros peñascos me arregazan

Estabas aqui, detras ¡y yo te estaba notando! No te veia. No me dijo nadie nada. No te vi ni en ojos ni en espejos.