(1945)
#EscritoresEspañoles de El libro de los animales
La noche era tan larga que todos l… y, de pronto, en el cielo brilló t… como una luna roja que hasta la ti… y nos toca la frente hundida en el… Desde entonces te siento, Señor,…
La noche te derriba para que yo te… como un loco en la sombra, en el s… Arde mi corazón como pájaro solo. Tu ausencia me destruye, la vida s… Qué soledad, qué oscuro, qué luna…
Ahora que ya estoy solo, te llamo… y bajas a mi boca, como un fruto m… desde el árbol eterno donde existe… con las ramas rozadas por los astr… Ahora que ya estoy solo, puedo mor…
¿A qué rincón, Señor, de aquella… huiste cuando el sueño me apresaba y no tenías ya mi corazón para afilar en piedra tu guadaña? ¿A qué rincón te fuiste - dime, d…
CABALLO, siempre hijo, nieto de… padre de dulces potros engendrados… y engendradores de engendradores e… sin mí cuando mi corazón sea un as… Hermosa bestia dura, la antigua ti…
VIENEN y nadie sabe de dónde vi… Vienen de la tristeza oscura de lo… que en una noche negra azotaron la… y dejaron sin sangre para siempre… Viene de aquella sangre,
EL gallo rojo que al parirse el d… alza violentamente su cresta breve… escupe sobre el cielo esa nube de… que luego los poetas cantan en sus… Olvida los poetas y canta como sie…
La tarde quiso cantar una cancion larga y clara y un gran suspiro de luz se le murio en la garganta. Tristes lirios cenicientos
Esta piedra del tiempo que me apre… el corazón desnudo y lo detiene, es solo eternidad, agua parada en el mundo, sin sombras, de la mu… Sin noches y sin días, se va alzan…
Nunca la palma blanca del amor podrá tocar en ti y abrir las fuen… de un alegre vivir, limpio y desnu… que cante como un pájaro en tus si… Nunca, porque el amor deja a los h…
¿Por qué voy a Llorarme? Los árbo… cuando el hacha furiosa les hiere… Yo sólo he preguntado si tu mano s… con nuestros troncos lívidos encie… Lloro a los que han caído porque s…
Cantemos a las flores que hay sobre la hierba, ya el sol nos ha traido toda la primavera. Mi falda corre,
La luna estaba en el cielo como un sexo bajo falda. Dos gruesos arboles eran sus muslos de copas blancas. Los arroyos le ponian
SU madeja de yerba el viento ovil… en el hueso silencioso de las asta… mientras una triste saliva amarra… su mansedumbre de nube solitaria sobre un verde paisaje de tristeza
ESTE pálpito es solamente una pi… un pretexto cualquiera para la sor… Un dolor invisible va endulzando s… donde una yerba verde tiembla.