Déjame que, tendido en esta noche, avance, como un río entre la niebl… hasta llegar a Ti, Dios de los ho… donde las almas de los muertos vel… Los cuerpos de los tristes que cay…

Cómo llegas, abril, con qué delgad… planta de junco pisas en la arena. Un delirio de luz en cada vena y una gota de azul en la pisada. Una gota de azul, la delicada

Cuando dos cuerpos se unen para am… se quema más despacio la soledad d… De corazón a corazón, de hueso a h… saltan pájaros ardiendo como puñal… piel del mundo o deseo donde la ca…

Como dos ciegos pájaros que no te conocieran, mis manos se levantan sobre toda la tierra y en lo oscuro Te buscan

Cuando estoy preguntando y, de rep… levanto a Ti los ojos y me callo, entonces es, Señor, que Tú me esc… y te hablo. La luz crece en mi alma, dulcement…

CABALLO, siempre hijo, nieto de… padre de dulces potros engendrados… y engendradores de engendradores e… pero que yo puedo pensar con mi di… si estuviera viéndolo.

Cuando los ojos de Dios se abren, amaneciendo por la tierra, y, sobre el mundo de los vivos, se derrama su transparencia, yo abro los míos para todo,

SU madeja de yerba el viento ovil… en el hueso silencioso de las asta… mientras una triste saliva amarra… su mansedumbre de nube solitaria sobre un verde paisaje de tristeza

Que es la noche de Reyes duérmete pronto, ya se oyen sus caballos bajo los chopos. Duérmete, hijo, duerme

¡He nacido y he muerto tantas vece… El hombre que ahora soy no lo comp… acaso no soy yo, es aquel otro hundido y olvidado por las calles que en una tarde amarga dejé solo.

Esta piedra del tiempo que me apre… el corazón desnudo y lo detiene, es solo eternidad, agua parada en el mundo, sin sombras, de la mu… Sin noches y sin días, se va alzan…

ESTE pálpito es solamente una pi… un pretexto cualquiera para la sor… Un dolor invisible va endulzando s… donde una yerba verde tiembla.

Cuando duermo, me miras en la noch… con el brillo de todas las estrell… Y despierto en el día, y tu mirada está quieta y redonda, siempre ale… Cuando muera, Señor, ¿tendrán tus…

Como un pájaro herido venía tu tristeza, sus pobres alas mustias sosteniéndote el alma. Había un aire azul

Me ha calentado el sol y a tantos… que pienso que mi entraña está mad… y has de bajar, Señor, para arranc… con tus manos inmensas y desnudas. Pleno y dorado estoy para tu sueño…