Andando juntos el camino Aprenderás a amar. Si ese es nuestro destino... nadie lo cambiará. Fundiremos nuestro abrazo,
Recuerdo que la tarde de otoño era lluviosa; aparté la vista del libro que estaba leyendo con la intención de encender la luz del cuarto de estar, cuando el timbre en la entrada se dejó...
Sabes que estoy aquí, y que te espero. Sabes que cuando hablo soy sincero. Sabes que pienso en ti,
Antes de conocerte... Ya te sabía. Te he soñado tantas veces que ya conozco tu vida. Tu pelo no tiene trenzas,
Cuando tú no estés, mi barca habrá partido y en mi dolor, no veré más la luz. Cuando tú no estés,
Si yo pudiera una vez más, tener los veinte años. Me volvería a enamorar de ti, de ti, una vez más... Y si otra vez el corazón,
Quisiera guardar las sombras para… en ellas mis recuerdos, esas sombr… Que sin saber por qué y, aunque no… siempre te traen a mi memoria. Te recuerdo, no te llamo. Tan sol…
El bosque se desnuda..., ya se calma el viento. Las hojas se retuercen... Unas lloran, otras mueren riendo.
Soy... como el gato en la mañana esperando en tu ventana que me dejes entrar. Soy, como el sol que te calienta soy, la luz que te ilumina
A la orilla del mar soñé, que eras tú mi querer. Mas con pena y desilusión me desperté. Cuando el cielo ya no sea azul
¡Mírame...! Nos hemos vuelto locos nos hemos dicho tanto tantas promesas de amor ¡Mírame...!
Esta noche pasada, mi musa despert… tímida, sin confirmar su presencia… quizá seguía soñando, incapaz de despertar del todo... Voluptuosa, noble, elegante, sensu…
Mi mano fue a posarse sobre tu mano fría. Mas en aquel momento me miraste con tus cuencas vacías. Estabas triste, ya no reías,
Cerca de donde vivo. En la vaguada. El otoño se muere cada día, en una sinfonía multicolor, de tal belleza...
Me acerqué a ti en silencio, posiblemente me esperabas. Me acerqué, como la brisa caliente, un día de verano... Y puse mis labios sobre tu