Cuando tú no estés, mi barca habrá partido y en mi dolor, no veré más la luz. Cuando tú no estés,
Hoy he escrito sobre lo que me gustaría llamar “el sueño de un caminante”. Es cierto que no me gusta ser impulsado por el viento durante mi paseo, pero sí es cierto que me gusta caminar...
Negro luto guarda siempre. Y cuando llega a mi puerta, a mí me gusta el momento de salir a contemplarla. Escondiéndose en la hora
Cuando veas salir el sol en el oca… Y el agua de los ríos subir a la m… Cuando dejes de oír el eco de mi v… ni el rayo prenda llama. Cuando quieras amarme y sea tarde
Quisiera guardar las sombras para… en ellas mis recuerdos, esas sombr… Que sin saber por qué y, aunque no… siempre te traen a mi memoria. Te recuerdo, no te llamo. Tan sol…
¡Me dueles cuando te sueño!, robándole suspiros al amor... Con los ojos cerrados y una sonrisa en los labios. Y miro hacia otro sueño,
Amo la noche, no sé por qué, será quizá que pienso como uno de esos felinos de ciudad… Patios y tejados, guardillas con o… La vida es corta, la comida escasa…
Que extraña sensación siento en mi… Que extraño gusto hay en mi boca..… Que extraño el mundo me parece... ¿De qué ríe la gente? No les enti… ¿Qué extraño idioma hablan sus boc…
Hoy leí en grandes carteles que... ¡Nos han prohibido el amor! Y me fui a llorar mi tristeza a un rincón donde nadie me viera. Volví y escribí ¡Te quiero!
Sabes que estoy aquí, y que te espero. Sabes que cuando hablo soy sincero. Sabes que pienso en ti,
A la orilla del mar soñé, que eras tú mi querer. Mas con pena y desilusión me desperté. Cuando el cielo ya no sea azul
“Dedicado a Robert Musil” Cogido a los barrotes de la cárcel, en donde mi alma vive prisionera. Mi cara a la reja está pegada.
Soñé como el poeta, que vivía... Pero sentí como su mano fría, mi garganta oprimía. Giré la cabeza... Tú me sonreías
Desde tu retrato, siento tu mirada… Y las dos se encuentran en la leja… Bajo un cielo raso, donde la añora… toman posesión de la noche..., de… de mi corazón, de mi alma..., de m…
Eran pasadas las cuatro y me desperté buscando tu mano: después tu cuerpo... que yo creía junto al mio. Sólo encontré sal esparcida