¡Hola! Tú eres la dama que me sonríe y me enamora. Tú eres la luz que cada día y cada hora, tú eres la esencia
“Dedicado a Robert Musil” Cogido a los barrotes de la cárcel, en donde mi alma vive prisionera. Mi cara a la reja está pegada.
Soñé como el poeta, que vivía... Pero sentí como su mano fría, mi garganta oprimía. Giré la cabeza... Tú me sonreías
Cuando tú no estés, mi barca habrá partido y en mi dolor, no veré más la luz. Cuando tú no estés,
Cuando llega la noche, y la oscuridad del mundo se apodera. Quisiera yo en mi lecho, a mi lado, sentir tu corazón
Cuando despierta el alba te recuer… sin tu cariño moriré. Siempre estarás dormida en mi recu… Nunca, jamás te olvidaré. Siempre radiante y bella te encont…
Desde tu retrato, siento tu mirada… Y las dos se encuentran en la leja… Bajo un cielo raso, donde la añora… toman posesión de la noche..., de… de mi corazón, de mi alma..., de m…
Amo la noche, no sé por qué, será quizá que pienso como uno de esos felinos de ciudad… Patios y tejados, guardillas con o… La vida es corta, la comida escasa…
Ayer... nos encontramos en la calle. Tú venías hacia mí, yo iba a tu encuentro. Mas cuando me iba a parar
Cuando visito la tumba de mi madre… y veo a tanta juventud aquí enterr… Una infinita pena aferra mi alma..… No sé de qué te quejas, madre... sola no estás, están contigo...
El bosque se desnuda..., ya se calma el viento. Las hojas se retuercen... Unas lloran, otras mueren riendo.
¡Quítate las gafas, niño!... Deja que vea en tus ojos... lo que se esconde en tu alma. ¡Mírame a la cara, niño!... Para que vea en tus ojos
Cerca de donde vivo. En la vaguada. El otoño se muere cada día, en una sinfonía multicolor, de tal belleza...
Eran pasadas las cuatro y me desperté buscando tu mano: después tu cuerpo... que yo creía junto al mio. Sólo encontré sal esparcida
Sólo me importa tu vida. solo me importa el momento, y escuches cuando te diga: Mi vida... ¡Como te quiero...! Nada me importa el dinero,