#Españoles
La imposible belleza de ese perfil… las luces de la noche dando brillo… la hermosura y el vértigo, la espi… los labios deseosos y el amor y su… Ojos desconocidos que tanto me con…
Todos sufren por ver tu corazón, se acercan a tu casa con las pared… se mecen en la música de aquel vie… en donde naces. Y tu alcoba se inu… de amistosa cadencia…
Yo rodaba a tu suerte por la lader… éramos un ovillo, una hoguera ence… dos cuerpos que rodaban desnudos h… carne fresca y elástica que el amo… Recuerdo que las risas no nos impo…
Como la tarde que posó una mínima caricia en tu desnudo, o el sol dando en tu vientre; como la tarde toda desprendida
Delgada es esta tarde de julio, inmóvil, asida a las columnas que se alzan sobre la hierba blanda
Desde la torre observas cómo cae l… las últimas montañas perdidas con… los árboles que ascienden levement… el fulgor de los astros que brilla… Cerca quedan las playas del Sur,…
Cómo se trenza el amor en las tard… mientras todo sucede sin vértigo y… cumple asilo de formas y de imágen… Cómo se trenza y cómo no desvía su… el sueño pende. Los labios se han…
Asisto al despertar del nuevo día en las hermosas playas de Kovalam. Saludan a mis ojos las palmeras agitando sus ramas solemnes como b… y el mar, el Mar de Arabia, con s…
He mirado tu desnudo flotar en las tranquilas aguas de mi esta… Corres hacia la flor, hacia la nub… de un paraíso y brilla tu desnudo,… que ha dorado en la sien el humo d…
Contempla allá esa luz que hacia el poniente es sangre. Esa luz que parece inventarse la c… en sus atardeceres. Distinta cada… contémplala desde aquí y mira cómo…
Sé que mi corazón alguna tarde recordará estas aguas quietísimas del Mar de Mármara y este liviano encantamiento azul del cielo que las sueña. Sé muy bi…
Guarda mi corazón el balanceo de las altas palmeras, que un aire… agita en la noche benigna. Siento en mí sus raíces nutrirse d… y que sus altos troncos, ingrávido…
Raki al atardecer, turbio en el vaso. El cafetín humea y las narghiles dispersan por el aire
Ves discurrir la tarde con un manso silbido de lágrima en los ojos, de música sagrada en cámaras vacías.
Aquí aguardo sentado cerca del sol, sin prisa, contra el muro de luz que es parte de mi casa. Aguardo a que termine