#Españoles #PremioCervantes #SigloXX #SigloXXI
Todas las noches dejo mi soledad entre los libros, abro la puerta a los oráculos, quemo mi alma con el fuego del salmista.
La verdinegra tapia que ceñía el jardín del prostíbulo, en parte… de rótulos obscenos, todavía conse… los mismos desconchones inclemente… las mismas mordeduras de musgo y d…
Dejó escrito Virgilio, ofuscado q… por los pronósticos adversos del c… que los doce libros de la Eneida,… dedicó los últimos once años de su… debían ser quemados tras su muerte…
Y tú me dices que tienes los pechos rendidos de… que te duelen los ojos de estar si… que has perdido hasta el tacto de… de palpar esta ausencia por el air…
Y tú me dices que tienes los pechos vencidos de… que te duelen los ojos de tenerlos… que has perdido hasta el tacto de… de palpar esta ausencia por el air…
Por las ventanas, por los ojos de cerraduras y raíces, por orificios y rendijas y por debajo de las puertas, entra la noche.
Cuántos días baldíos haciéndome pasar por lo que soy. Máscara sin memoria, líbrame de parecerme a aquel que me supla… Uno solo será mi semejante
Amor, primera forma de vivir, escu… ¿eres tú la tristeza que enciende… o acaso sólo existes desde un ser… mientras tiemblan sus ojos esperan… Yo no sé si te tuve, ¡oh amor!, du…
Cuando leía porfiadamente y no sin desazón a Henry Miller, iba acordándome a trechos de muchas horas canceladas, rostro… desdibujados en algún rincón, luga…
Anterior a tu cuerpo es esta histo… que hemos vivido juntos en la noche inconstante. Tercas simulaciones desocupan
Vuelvo a la habitación donde estoy… cada noche, almacén de los días caídos ya en su espejo irreparable… Allí, entre testimonios maniatados… yace inmóvil mi vida, sus tributos
Esquiva como la noche, como la mano que te entorpecía, como la trémula succión insuficiente de la carne; esquiva y veloz como la hoja
Solícito el silencio se desliza por la mesa nocturna, rebasa el irrisorio contenido del vaso. No beberé ya más hasta tan tarde: otra vez soy el tiempo que me queda. Detrás de la penumb...
Si ahora de pronto optase por no escribir (o no pudiera) y d… el día por perdido, posponiendo para quién sabe cuándo, y además qué importa, la metódica
De repente, la música. Fulgor inmemorial, emerge de lo absorto y se estaciona en estas anhelantes adyacencias