Junto al rojo fogón de la cocina, bajo el techo de paja del bohío, ni lluvia torrencial, ni viento fr… temo, cuando la noche se avecina. Después, el sueño mi cerviz inclin…

Todo, al soplar las brisas tropica… mueve la sangre y todo a amar prov… Naturaleza entera es una boca donde palpitan besos inmortales. Requiébranse en la rama los turpia…

Ya de Gliceris la mirada ardiente… de las blondas pestañas bajo el ma… hizo latir tu corazón, y en tanto probaste el agua en la Castalia fu… Viste bañarse en la húmeda corrien…

No apartes, adorada Musa mía, tu divino consuelo y tus favores del alma que, nutrida en los dolor… abrasa el sol y el desaliento enfr… Aparece ante mí como aquel día

Coge la lira de oro y abandona el tabardo, descálzate la espuela, deja las armas que para esta vela no has menester ni daga, ni tizona… Si tu voz melancólica no entona

Rubia la aroma luce en el oriente sus galas más espléndidas de fiest… que amorosa y rendida ya se aprest… del esposo a besar la roja frente. Para verle asomar alza su ingente

Triscad, oh linfas, con la grácil… gorgoritas, alzad vuestras cancion… y vosotros, parleros borbollones, dialogad con el viento y con la fr… Chorro garrulador, sobre la honda

En estos días tristes y nublados en que pesa la niebla sobre mi alm… cual una losa sepulcral, ¡ay! cómo mis ojos se dilatan tras esos limitados horizontes

Del mar de Chipre en la rosada or… blonda, a través de transparente b… aparece flotando entre la espuma de Citeres la virgen sin mancilla. Es blanca la color de su mejilla

Es la suprema floración del año. Ya la niebla no oculta los bohíos y los nidos del bosque, ayer vacío… están llenos de pájaros hogaño. Los vernales deshielos, como un ba…

Rojo, desde el cenit, el sol calde… La torcaz cuenta al río sus congoj… medio escondida entre las mustias… que el viento apenas susurrando or… La milpa, ya en sazón, amarillea,

En tus aras quemé mi último incien… y deshojé mis postrimeras rosas. Do se alzaban los templos de mis d… ya sólo queda el arenal inmenso. Quise entrar en tu alma, y ¡qué de…

Sobre el tranquilo lago, occiduo e… flota impalpable y misteriosa brum… y a lo lejos vaguísima se esfuma profundamente azul, la serranía. Del cielo en la cerúlea lejanía

Zumba ¡oh viento! zumba y ruge dispersando la simiente; que la crútula reviente a la furia de tu empuje. La hojarasca cruje, y cruje

Llueve. Del sol glorioso los rayos fulgurantes refléjanse en el agua, cual sobre níveo tul. Topacios encendidos