No apartes, adorada Musa mía, tu divino consuelo y tus favores del alma que, nutrida en los dolor… abrasa el sol y el desaliento enfr… Aparece ante mí como aquel día

Zumba ¡oh viento! zumba y ruge dispersando la simiente; que la crútula reviente a la furia de tu empuje. La hojarasca cruje, y cruje

¡Ni un verdecido alcor, ni una pra… Tan sólo miro, de mi vista enfrent… la llanura sin fin, seca y ardient… donde jamás reinó la primavera. Rueda el río monótono en la auster…

Sobre el tranquilo lago, occiduo e… flota impalpable y misteriosa brum… y a lo lejos vaguísima se esfuma profundamente azul, la serranía. Del cielo en la cerúlea lejanía

¡Qué enferma y dolorida lontananza… ¡Qué inexorable y hosca la llanura… Flota en todo el paisaje tal pavur… como si fuera un campo de matanza. Y la sombra que avanza, avanza, av…

A fuerza de pensar en tus historia… y sentir con tu propio sentimiento… han venido a agolparse al pensamie… rancios recuerdos de perdidas glor… Y evocando tristísimas memorias,

Resplandece la bóveda infinita con el fuego abrasante del verano y, en la inmensa extensión, el sob… elemento prolífico palpita. La vida, como el alma de Afrodita…

En la estepa maldita, bajo el peso de sibilante brisa que asesina, irgues tu talla escultural y fina como un relieve en el confín impre… El viento, entre los médanos opres…

Cada vida mortal es una hoja que el árbol guarda a octubre amar… cuando secas están se agita el vie… y al bramador torrente las arroja. Mas ¿por qué de la tuya nos despoj…

Todo, al soplar las brisas tropica… mueve la sangre y todo a amar prov… Naturaleza entera es una boca donde palpitan besos inmortales. Requiébranse en la rama los turpia…

Llueve. Del sol glorioso los rayos fulgurantes refléjanse en el agua, cual sobre níveo tul. Topacios encendidos

Oid la campanita, cómo suena, el toque del clarín, cómo arrebata… las quejas en que el viento se des… y del agua el rodar sobre la arena… Escuchad la amorosa cantilena

¡Es mi adiós...! Allá vas, bruna… por las planicies que el bochorno… al verberar tu ardiente cabellera, como una maldición, sobre tu espal… En mis desolaciones ¿qué te espera…

En las noches tediosas y sombrías buscan su nido en mi cerebro enfer… plegando el ala ensangrentada y ro… mis antiguos recuerdos. No vienen como alegres golondrinas

Coge la lira de oro y abandona el tabardo, descálzate la espuela, deja las armas que para esta vela no has menester ni daga, ni tizona… Si tu voz melancólica no entona