Esperar, esperar por no morir. Recordar, recordar para vivir Un camino marchito, abandonado, un andar vacilante, una mirada a un “no sé qué” nublado,

Boga, alegre, marinero por el mar azul de plata; el eco de tu sonata hará al Amor renacer. Va en el eco de tu canto,

Estoy enamorado de una niña; me da miedo decirle que la quiero; me da miedo poner entre sus labios el veneno mortal del primer beso. Me da miedo que un día, entre mis…

La noche teme al sol, que ya apare… tras la débil silueta del collado, y cede el paso al astro, enamorado de la faz castellana que esclarece… Como tímido amante, el sol parece

La vida es una pregunta, el vivir es contestar; y entre las muchas respuestas, elegir bien, es quizás el negocio más difícil

¿Por qué me despertáis? ¿No veis… me remonta en sus alas al Parnaso? ¿No sabéis que en sus brazos el ac… se torna realidad de nuestro empeñ… Dormido el cuerpo, en un febril en…

Con mi corazón de niño, una tarde, inadvertido, de la fuente del cariño bebí yo. Quedó el corazón tocado,

Si ves al mundo rebramando inquiet… entre la tempestad, recuerdas el amor, junto aquel set… que guarda la amistad. Si ves que, en calma, el mundo se…

Recuerdo que de niño, de muy niño, de la edad de los mimos de la abue… de la edad en que todos esperamos una vida feliz, de encantos llena, de la edad de esperanzas y de ensu…

Dadme licencia, os pido humildemen… para ser un modesto vagabundo. Permitidme que pase por el mundo sin compartir sus fiestas con la g… Dejadme que me mueva en otro ambie…

Cuando recorta mis alas un mundo cobarde y lento, y mis sueños se critican porque levantan el vuelo; cuando cualquier fantasía

La soledad se adueña de los campos… y es la monotonía un gran silencio sin luces ni color. La tarde se oscurece en las encina… y el sendero se pierde sin contorn…

A ti te canto, campo castellano, campo que pintas la estación flori… de flores y color, de sed de vida, con el color fulgente de tu mano. Tú, de los campos del Edén herman…

—Dime por qué me quieres. — No lo sé. ...Y aquella tarde fui yo muy dich… pero aún no sé por qué. Si eres feliz un día, y te pregunt…

Te doy gracias, Señor de los Ciel… todas las mañanas, porque me has regalado la vida, y, por su camino, con tu sombra de amor me acompañas…