Quise componer una poesía
que hablara de esperanza noche y día.
Que se alejara de los sueños rotos,
de políticos buscando los votos,
de santos, píos y un mar de devotos,
y de los hallazgos aún ignotos.
Y la esperanza se acercó y me dijo
que a mi lado tenía un buen cobijo
mas, la vida pasaba y no volvía
y hemos de vivir con los terremotos
buscando en ellos siempre un regocijo.