Yo vivo en una casa sin jardín, en una casa interna donde se oyen ladridos y sollozos cuando el ciel… sucumbe a su dorado movimiento. Yo vivo en una casa cuyas ramas

Los cisnes son las alas de las alm… las alas de las alas, las alas de las almas de las alas, los álamos del alma, las almas de los álamos,

Ángeles con coronas de yerba Ángeles como inmensos paisajes. Ángeles como rayos erguidos. Ángeles con vestidos de llamas. Ángeles en el muro del odio.

Las mujeres con pechos de papel alumbran la armonía de los prados. A las ventanas vienen los venados bajo un cielo de páginas de miel. Detrás de esa cortina hay un donce…

Cada grito que pide un lunar eco es la sed que atormenta a un árbol… Cada piedra que sola se levanta es la estela de un dios que nadie… Cada surco de cal, cada amargura

El palacio de plata resplandece en medio de las aguas del abismo y las coronas arden con dulzura. Y la dorada rueda de las rosas levanta su cabeza de aire blanco.

Cuando te contemplé ya estaba muer… muerto como las hierbas, aunque cr… como los mares muertos, que son ro… Sólo lo que es eterno está en la v… aunque lo blanco eleva su belleza

Contemplo entre las aguas de tu cu… la celeste blancura del pantano desnudo bajo el campo con relieves y circundado por el verde fuego. No muy lejos el mar y las estrella…

Contemplo entre las aguas del pant… la celeste blancura de tu cuerpo desnuda bajo el campo de las nubes y circundada por el verde bosque. No muy lejos el mar se descompone

Triste, mi corazón, como los ángel… que sólo son cenizas estelares, polvo de las galaxias más oscuras, consunciones de cánticos ausentes. Mis manos me acompañan hasta el bo…

Cercado espacio, cubo prisionero de la piedra que ciñe tu medida. ¡Qué exacta dimensión estremecida traspasada de gozo marinero! En tu grave recinto el cielo enter…

Las huellas de tus dedos no se ven en las torres. Pero yo leo sin descanso, en la so… al mar los antiguos signos en donde tú es…

Eternidades eran cuando tú eras la virgen de mi círculo enlutado. Me aparto de mí mismo y de tu lado olvido tus plateadas primaveras. Tus manos de mis páginas de ceras

El uno se arrodilla dulcemente el dos tiene las trenzas de papel, el tres llena de plata los triángu… el cuatro no solloza, el cinco no devora el Firmamento,

Con mis ojos escucho, con mis ojos de menta y de cristal desmesurado. Con mis ojos de piano en el ocaso, con mis ojos de tigre y de cerezo. Con mis ojos escucho los acordes,