espíritu invernal
Joven hermano, pronto nos sumergiremos en las frías tinieblas de un invierno neblinoso; pues ahora a decir ¡adiós Resplandores vivos de rayos veloces! Escuchad, oigo caer pesadamente la leña que retumba tras la entrada de la cocina.
Inundara la lluvia del invierno a todo tu cuerpo, todo tu ser, toda tu alma. Temblores, cólera, agotadoras labores esforzadas, ahora el sol se clavara en un nuevo infierno polar, un bloque de hielo helado será tu rojizo corazón como lo fue el mío.
Afuera escucho unos golpes de cada hachazo a un tronco, con un eco sombrío a este espíritu congelado. Me parezco arrullado por tal ruido monótono, sepultando un ataúd, para mi cuerpo muerto que el frío aniquilo. ¡Ya quedo atrás! Solo soy un alma inquietante que dice adiós a su hermano que el invierno también hundirá.
(2014)
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