Chargement...

Juan Careaga

Miro hacia todos lados, como si fuera un triste vagabundo.

Se posó a descansar como si fuera un pájaro.

Encendió su cigarro, como si aquel fuera el último.

Hablo con el mismo como si estuviera en un sueño.

Saco su hoja con el lápiz y se desahogó por la basura que en el mundo rodea

Y así se sintió al fin libre como si fuera tiempo de primavera.

El corazón sigue siendo uno, tras el constante latido sentimental, este es  otro simple verso escrito otro desahogo más, ¿pues mis palabras dónde irán?,  ¿aquellas personas donde se marcharan?, con sus trajes de corbatas, más sus lujos de oro  y plata, abrazando aquellas maletas con un gran instinto maternal. Aquí no habrá final feliz, todo se ha vuelto oscuro y negro por la avaricia. ¡Gestos cerios, amargados y tristes es el efecto que os causa!,  una doble frase para hacerlos entender mientras me cubre la noche, escúcheme señor no me retreche, no soy como cualquiera de ustedes, asique ahorre sus palabras, ¡esfúmate y escápate de una vez!, HUYE. Ahora Estas junto al honesto cuenta poemas de la noche, deja que mis versos te tatúen, entren y te despierten. Entre sueños, esperanzas y con la fuerza de los otros crecí, pues 16 años son una mierda dice el sabio, por eso en mi cuello no hay medallas ni en mi pecho rangos. Pues así me conformo, JOVEN, PREPARADO Y CON MUCHA ENERGÍA, buscando el lugar que me pertenece como un teléfono en la vía pública.

Abecés pienso ¿que sería ser rico?, pues si yo lo fuera, ¿qué haría?, ¿a quién asesinaría? y ¿por la culpa de quien moriría?, son aquellas promesas jamás cumplidas en días de buscar la vida, es una fanfarronia ¿QUE CREÍAS? Pues que fácil sería hablarte de mí, ¿no crees?, toma mi ego y etc. Lo que es difícil amigo es poner este mundo en letras. Mejor Escupirle al tiempo y hacerte un verso que te sirva como espada por ejemplo.

Yo deambulando en mis recuerdos y pensamientos, mientras tú caminas sobre tus mismos pies o ¿encima de tus espaldas? Te pierden por completo las drogas, el dinero y las mini faldas. Yo puedo conocer los secretos que en mi interior se esconden, pues tengo a tres maestros, señor hoja, señor lápiz y el latente corazón.

Miro hacia todos lados, como si fuera un triste vagabundo.

Se posó a descansar como si fuera un pájaro.

Encendió su cigarro, como si aquel fuera el último.

Hablo con el mismo como si estuviera en un sueño.

Saco su hoja con el lápiz y se desahogó por la basura que en el mundo rodea

Y así se sintió al fin libre como si fuera tiempo de primavera.

Traigo la escancia de aquel que para todo responde, esperando para poder llegar al cielo y a lo profundo del mar. Allí la oscura verdad se esconde, ponte a mi lugar, deja todo el odio de lado y vamos en busca del dorado, ¿pues ir a dónde? ¿Mirar por dónde?, abecés me confunde y siento que a este mundo ya no correspondo. Esta es la era en donde respiro, lugar en donde vivo, aquí cualquier cosa es vicio, atractivo y adictivo. Las familias se separan o más bien se destruyen. Los muchachos dejaron de ser como antes ahora solo veo en ellos lo viejos que se han vuelto, trasformaron de maravillosos chicos a unos putos delincuentes.

Sé que puedo ser una minoría entre tantas, despertando cada mañana  por ese mismo sol radiante, me aburren sus torpes fobias por el olvido que es inevitable, eso ya se ha vuelto normal, tan sencillo como lastimarse las muñecas, conozco a personas que viven de la mierda y aun así no se dejan caer por la miseria o por las penas. Cumplen sus sueños aplastados por la sociedad, ¡y tú!, siempre el mismo tic-tac las mismas lágrimas, ¡¿ENTIENDES?!

Tonto para decirle “te amo” demasiado tarde, inútil por caerse fácilmente y no poderse levantar todavía, ¡¿COMPRENDES?!  Acordes, des conformistas más desacuerdos ¿Qué somos? Simios en tiempos desamparados. Demasiado joven para odiar, demasiada poca experiencia para creerse alguien importante. Esto es otro grito, otra erupción más del volcán, desahogados por las palabras entregadas a estas hojas dementes.  

Yo deambulando en mis recuerdos y pensamientos, mientras tú caminas sobre tus mismos pies o ¿encima de tus espaldas? Te pierden por completo las drogas, el dinero y las mini faldas. Yo puedo conocer los secretos que en mi interior se esconden, pues tengo a tres maestros, señor hoja, señor lápiz y el latente corazón.

Miro hacia todos lados, como si fuera un triste vagabundo.

Se posó a descansar como si fuera un pájaro.

Encendió su cigarro, como si aquel fuera el último.

Hablo con el mismo como si estuviera en un sueño.

Saco su hoja con el lápiz y se desahogó por la basura que en el mundo rodea

Y así se sintió al fin libre como si fuera tiempo de primavera.

inspirada por “el cuenta cuentos”

(2014)

Autres oeuvres par Juan Ignacio...



Top