EL PRINCIPE ABURRIDO
Un viejo cuento de hadas,
un castillo describía,
y ese castillo tenía
un príncipe desabrido,
tan, pero tan aburrido,
que sin hacerle un reproche,
escapándose en su coche,
la graciosa Cenicienta,
muy lejos de estar contenta,
se fue a la diez de la noche..