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Oda vii del amor

Pensaba cuando niño
que era tener amores
vivir en mil delicias,
morar entre los dioses.
 
Mas luego grandecillo
Dorila cautivome,
muchacha de mis años,
envidia de Dïone:
 
que inocente y sencilla,
como yo lo era entonces,
fue a mis ruegos la nieve
del verano a los soles.
 
Pero cuando aguardaba
no hallar ansias ni voces
que a la gloria alcanzasen
de una unión tan conforme,
 
cual de dos tortolitas
que en sus ciegos hervores
con sus ansias y arrullos
ensordecen el bosque,
 
Y hallé desengañado,
que amor todo es traiciones
y guerras y martirios
y penas y dolores.

#EscritoresEspañoles #Odas Anacreónticas

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