#Mujeres #SigloXX #Uruguayos
Desde la curva orilla de la luna me alcanza el sueño leve y descans… Duérmese el bosque, duérmese el ve… la desdicha, el gemido y la fortun… Muere la tierna irrealidad de luna…
Tómame ahora que aún es temprano y que llevo dalias nuevas en la ma… Tómame ahora que aún es sombría esta taciturna cabellera mía. Ahora que tengo la carne olorosa
Sin espejos la tarde, escaso el dí… que apenas su cyclamen insinuaba y la prímula en flor se balanceaba entre follajes de neblina fría. Y mi azor, ah mi azor de fina gual…
Sirena que en el sueño me has llam… desde tu frágil costa de neblina: en tu vaga canturia ultramarina un reclamo de abismo me ha llegado… Tal vez me tengas, de coral labrad…
Corazón de niña, corazón en canto: ensueño, esperanza, sonrisas y lla… Tan pronto es el alba, tan pronto… Resplandor y sombra, Lámpara que… perfumando el viento que pasa y se…
¡Canastito repleto de fresas! ¡Ay, si él estuviese esta tarde conmigo en la mesa! ¡Tanto como gusta de las últimas fresas redondas
¡El agua misteriosa callada y sens… el agua de mis tiempos de la inter… en que eran los ríos una página vi… y un libro de poemas cada constela… Sobre su frío espejo balanceaba la…
Con tu hímnica espada de diamantes… derrótame al dragón, fuego y azufr… redime al ser de mieles que le suf… no desampares, fiel, alucinantes de azúcar, azucenas, ámbar tierno
Por quietas calles andaba Juanita Fernández, que era muchacha como de pájaros y naranjas y colmenas. Nadie veía su guardia
Absorto pez, dormida golondrina, mariposa en el aire de la muerte, rosa fallida en la impasible umbrí… esmeralda evadiéndose del verde color de su destino. En las herida…
No quiero descender en lluvia mans… sobre este campo de maduro trigo. Nube: su dueño malo es mi enemigo y hasta los crueles mi bondad no a… Yo regué sus sembrados. S u labra…
Con menta y con llantén llega el… nuestro Otoño del Sur: verdes lim… gravidez del naranjo, Abril bisoño… últimas uvas dándose encontrones con las primeras, agrias mandarina…
En el fósforo vago de la muerte anda la vida, fruta y ser latiente… Todo se vuelve cálido y sufriente en el juego de dados de la suerte. Espero inhábil, pálida y conscient…
La palma, talle juvenil del aire, el granado, mi brasa superada, mi George Dickson, sangre bien ri… violetas, miniaturas al desgaire, han de rodear mi casa, la del sueñ…
Este dolor heroico de hacerse para… Un nuevo par de alas... Dónde estarán las que ayer puso so… El insomnio de la primera hora del… Día, afilador de tijeras de oro,