#EscritoresCubanos
Hastiada de reinar con la hermosur… Que te dio el cielo, por nativo do… Pediste al arte su potente auxilio Para sentir el anhelado goce De ostentar la hermosura de las hi…
Rasgando las neblinas del Inviern… Como velo sutil de níveo encaje, Apareces envuelta en el ropaje Donde fulgura tu verdor eterno. El cielo se colora de azul tierno,
Noemí, la pálida pecadora De los cabellos color de aurora Y las pupilas de verde mar, Entre cojines de raso lila, Con el espíritu de Dalila,
Muerden su pelo negro, sedoso y ri… Los dientes nacarados de alta pein… Y surge de sus dedos la castañeta Cual mariposa negra de entre el gr… Pañolón de Manila, fondo pajizo,
Tez morena encendida por la navaja… Pecho alzado de eunuco, talle que… Verde faja de seda, bajo chaqueta Fulgurante de oro cual rica alhaja… Como víbora negra que un muro baja
Miseria helada, eclipse de ideales… De morir joven triste certidumbre, Cadenas de oprobiosa servidumbre, Hedor de las tinieblas sepulcrales… Centelleo de vívidos puñales
No fuiste una mujer, sino una sant… Que murió de dar vida a un desdich… Pues salí de tu seno delicado Como sale una espina de una planta… Hoy que tu dulce imagen se levanta
Cuando yo duerma, solo y olvidado, Dentro de oscura fosa, Por haber en tu lecho malgastado Mi vida vigorosa; Cuando en mi corazón, que tuyo ha…
Rostro de asceta en que el dolor s… Como el frío en el disco de la Lu… Mirada en que al amor del bien se… La firme voluntad del hombre fuert… Tuvo el alma más triste que la mue…
Yo en la soledad he dicho: —¿Cuándo cesará el dolor Que me oprime noche y día? —¡Nunca!—el eco respondió. —¿Cómo viviré más tiempo,
Yo era la rosa que, en el prado am… Abrí mi cáliz de encendida grana, Donde vertió sus perlas la mañana, Como en un cofre de perfumes lleno… Del lago azul en el cristal sereno
Yo sé que nunca llegaré a la cima Donde abraza el artista a la Quim… Que dotó de hermosura duradera En la tela, en el mármol o en la r… Yo sé que el soplo extraño que me…
Coronada de vivos resplandores Luce la tarde en el azul del cielo… Va tendiendo la noche su ancho vel… Y en el Ocaso se sepulta el Sol. Su veste de esmeraldas pliega el c…
Tendido en la bañera de alabastro Donde serpea el purpurino rastro De la sangre que corre de sus vena… Yace Petronio, el bardo decadente… Mostrando coronada la ancha frente
Mi corazón fue un vaso de alabastr… Donde creció, fragante y solitaria… Bajo el fulgor purísimo de un astr… Una azucena blanca: la plegaria. Marchita ya esa flor de suave arom…