#EscritoresArgentinos
Estás, alta criatura, en la rosa, en la alondra, en el m… Donde miro tú estás, sello divino privilegiando cúspide y llanura. No tengo ya paisajes del pasado
En un principio cabe el desconcier… si detrás de la sombra no hay fana… y al nacer siguen sombras vesperal… y al lado del desierto hay más des… y ya no es cierto aquello que era…
Mira, no pido mucho, solamente tu mano, tenerla como un sapito que duerme así cont… Necesito esa puerta que me dabas para entrar a tu mundo, ese trocit…
Ayer he recibido una carta sobrema… Dice que “lo peor es la intolerabl… Y es para llorar, porque nos quere… pero ahora se ve que el amor iba a… con las manos gentilmente
La lenta máquina del desamor, los engranajes del reflujo, los cuerpos que abandonan las almo… las sábanas, los besos, y de pie ante el espejo interrogán…
¿Quién los ve andar por la ciudad si todos están ciegos? Ellos se toman de la mano: algo ha… entre sus dedos, lenguas dulces lamen la húmeda palma, corren por…
Todo lo que precede es como los pr… Es raro, me pareces menos morena q… antes. ¿Se mejoró por fin tu tía a… la cerveza. Es verdad, me había ol… Y por debajo, montacargas de sombr…
Devuelvo ínfima parte, en este vas… que destila mi vino, que presagia tu destino de cimas y de rosas
Llévese estos ojos, piedritas de c… esta nariz de tótem, estos labios… todas la tablas de multiplicar y l… Le doy la cara entera, con la leng… me quito las uñas y dientes y le c…
No sé lo que hay detrás de tu voz. Nunca te vi, vos sos los discos Que pueblan por las noches este de… Te busqué en Buenos Aires, pero s… Cuántos espejos de mentira te hace…
Esta ternura y estas manos libres, ¿a quién darlas bajo el viento? Ta… para la zorra, y en medio del llam… la ansiedad de esa puerta abierta… Hicimos pan tan blanco
Te evoco y veo que has sido en mi pobre vida paria una buena biblioteca. Te quedaste allá, en Villa del Parque,
Hablen, tiene tres minutos De vuelta del paseo donde junté una florecita para ten… y bebí una botellas de Beaujolais,… donde bailaba un oso luna,
Es increíble pensar que hace doce… cumplí cincuenta, nada menos. ¿Cómo podía ser tan viejo hace doce años? Ya pronto serán trece desde el día
Bronces de las ocho y media nos llaman cada mañana —entre tu casa y mi casa— de dos cornisas y un breve saludos… ¡Estás tan bella, vestida