#EscritoresArgentinos
Bronces de las ocho y media nos llaman cada mañana —entre tu casa y mi casa— de dos cornisas y un breve saludos… ¡Estás tan bella, vestida
Sos así: inteligente, clara, refin… vivís en armonía con las gentes, l… que has elegido despaciosamente, rechazando sin ruido lo que quebra… la calma de tus noches.
No sabré desatarme los zapatos y d… no me emborracharé bajo los puente… Acepto este destino de camisas pla… llego a tiempo a los cines, cedo m… El largo desarreglo de los sentido…
Una idea incandescente se me vino… una antorcha que flameaba en lo al… pero sola y sin refuerzos talvez p… ya librada de hace tiempo por tu b… un cobarde que vacila entre el olv…
Esta vernácula excepción nocturna, este arquetipo de candente frío, quién sino tú merece el desafío que urde una dentadura taciturna. Semen luna y posesión vulturna
Ayer he recibido una carta sobrema… Dice que “lo peor es la intolerabl… Y es para llorar, porque nos quere… pero ahora se ve que el amor iba a… con las manos gentilmente
Te amo por ceja, por cabello, te d… blanquísimos donde se juegan las f… te discuto a cada nombre, te arran… voy poniéndote en el pelo cenizas… que dormían en la lluvia.
En el tabaco, en el café, en el vi… al borde de la noche se levantan como esas voces que a lo lejos can… sin que se sepa qué, por el camino… Livianamente hermanos del destino,
Por haber mentido mucho ganó un ci… mezquino, a rehacer todos los días… Por ser traidor hasta con la traic… las gentes honorables. Exigía virtudes que no daba
Y cuando todo el mundo se iba y nos quedábamos los dos entre vasos vacíos y ceniceros suc… qué hermoso era saber que estabas ahí como un remanso,
Con qué tersa dulzura me levanta del lecho en que soñaba profundas plantaciones perfumadas, me pasea los dedos por la piel y m… en le espacio, en vilo, hasta que…
Siempre empezó a llover en la mitad de la película, la flor que te llevé tenía una araña esperando entre los péta… Creo que lo sabías
El caballo relincha, el perro ladr… La suma de los ángulos de un trián… Es igual a dos rectos, La sopa, la conciencia, el alcauci… Del dos el tres, después del hoy,…
La lenta máquina del desamor, los engranajes del reflujo, los cuerpos que abandonan las almo… las sábanas, los besos, y de pie ante el espejo interrogán…
No me des tregua, no me perdones n… Hostígame en la sangre, que cada c… ¡No me dejes dormir, no me des paz… Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente.