Cargando...

¿Quién oye?

De noche, bajo el cielo desolado,
pienso en tu amor y pienso en tu abandono,
y miro, en mi interior, deshecho el trono
que te alcé como a un ídolo sagrado.
 
Al ver mi porvenir despedazado
por tu infidelidad, crece mi encono;
mas, como sé que sufres, te perdono.
¡Oh!... ¡Tú, jamás me hubieras perdonado!
 
Mis lágrimas, en trémulo derroche,
ruedan al fin.. y al punto, en inaudito
arranque, a Dios elevo mi reproche.
 
Pero se pierde, entre el negror mi grito
y sólo escucho, en medio de la noche,
del silencio el monólogo infinito.
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Julio Flórez Rea...



Top