... Observación
“Te veo, me ves”
Mientras más me observo,
Más allá de la piel; puedo ver las cicatrices que me gritan con un echo punzante.
¿Cómo es que llegué hasta aquí?
¿Porqué cada día, parece una batalla sin fin?
Mientras más me observo, allí la veo, esa quién solía ser.
Veo mi vida navegando por una tormenta furiosa, que me agota el alma y a veces no la puedo calmar.
Mientras más me observo, el color de mis ojos se vuelven grises.
El camino se me hace eterno y aún estoy comenzando en esta experiencia que llaman vida.
Mientras más me observo, cada centímetro de mi cuerpo está abullonado, no entiendo el porqué.
La luz se opaca, me siento fría y mi ser desea gritar desde lo más profundo del corazón.
Mientras más me observo, veo mis aciertos y veo mis errores. Siento vergüenza y a la vez fuerza.
¿Será esto posible?
Mientras más me observo, me siento orillada ante un mar de lágrimas, esas que no recuerdo cómo derramar.
Me veo arrinconada, con moretones que no sanan, que no sé y nadie puede sanar.
Mientras más me observo, miro a esa niña perdida, veo a esa niña. No sé cómo recuperarla. No lo sé. Los latigazos y el odio que han derramado sobre mi cabeza; es tanto más, que soy una sombra y mi cuerpo es lo invisible. Me han arrodillado hasta el desgaste.
Mientras más me observo, veo el coraje, veo la cobardía, veo el silencio, veo la verdad.
Mientras más me observo, termino viendo a una mujer dañada, pero me observo auténtica, fielmente en la guerra por ella, siempre por ella...
Mi niña.
