#EscritoresEspañoles
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca