#Españoles
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo
Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,