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Vinagre de amor

Que llene tu vientre de vida
y de semen tus entrañas parturientas.
Que abrí los flancos de tus piernas
para que el deseo penetrará tu limbo
y descubrieras el placer mas allá
del zócalo de tu monte venusiano.

Cuando pienses que nunca te pasará a ti
recuerda que el hecho fortuito acaece a todos.
Todos tenemos los días contados al igual que los cabellos
y todos vamos a necesitar alguna vez
que alguien pelee por nosotros esa pelea que no podemos ganar.
 
Si ayer tu finura te elevo a lo alto del cielo
y entre nubes y vientos alisios te encumbrasteis
y el disfrute y el goce te desvelaron el velo
de los misterios que el arcano os prometéis.
 
Recordad mujer que fuiste hecha de barro
que naciste de un hombre, que tus ojos al igual que los míos
tienen la templanza del horizonte que a todos nos circunda
que enloquecí tus células con el vinagre del amor.
 
Que llene tu vientre de vida
y de semen tus entrañas parturientas.
Que abrí los flancos de tus piernas
para que el deseo penetrará tu limbo
y descubrieras el placer mas allá
del zócalo de tu monte venusiano.
 
Si piensas que el espasmo de la guerra
es más doloroso que el espasmo de un alumbramiento,
no conoces la guerra del amor; esa si aterra
y te perseguirá noche y día sin miramiento.
 
Te veo desdibujada y taciturna en el horizonte inmediato
como si un retratista beodo te hubiera delineado
con esas líneas cejijuntas de grafito
que dibuja el olvido a los insinceros y mezquinos de pasión.
 
Has perdido las estrellas de tus ojos
aquellas que me guiaban hasta tu mundo de mujer.
La desolación de tu cuerpo te a dejado vacía
sin el oasis de tu lago donde bebía tu vino.
 
Hoy la llanura de tu piel
tan lozana como el verdor de los campos
esta agrietada en surcos resecos
que avejentan tu rostro antes amado.
 
Hubiera querido alargar mis días junto a ti
para que el cobijo de la sombra del tiempo
que es añejo, sabio y todo lo restaura y cura
me permita mirar el resurgimiento de tu marisma.
 
Pero como has puesto al silencio y la ley como muros
tenderé puentes entre tus recuerdos y el musgo de mis besos
para que el olvido no franquee los intramuros
y mis recuerdos seduzcan tu memoria y te llenen de embelesos.

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