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El Poema del Amanecer

El sol se rinde a morir,
Colorando carmesí la creación
Y derramando así su último rayo moribundo—
¿Ha perdido para siempre su resplandor?
Las nubes negras niegan el sufrir
Que lleva la lastimada luz; echan su maldición.
La gran estrella se entrega a la tumba—
¿Se ha ido su vigor?
 
La tierra se llena de la risa
De la oscuridad—su victoria así ganada—
Que cubre con su grisura el sepulcro—
¿No saldrá más el sol?
Las estrellas echan en vano sus chispas;
El mar amargo, su mirada fijada
Al horizonte, espera al que murió—
¿Volverá a brillar el sol?
 
Pero ya se acaba la desesperación
De la creación; su canción del crepúsculo
Cantada por el llanto y las lágrimas
Se convierte en regocijar—¡Que muera la oscuridad!
Las tinieblas se derriten; amanece la pasión
Del Lucero de la Mañana que resucitó,
Bautizando a las nubes negras, ahora blancas—
¡Que reine para siempre su bondad!

(2011)

La simbología de este poema está basada en una conección entre el anochecer, la noche, y el amanecer y la muerte , el entierro, y la resurreción de Jesucristo.

#AmanecerElLaNaturaleza #Jesucristo

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