Por un instante, en el silencio de mis pensamientos, puedo imaginarte mío,
una chispa de luz en mi oscuridad,
una esperanza que se aferra,
mío.
¿Puede realmente alguien ser mío?
nunca he tenido nada que me pertenezca,
nunca he sentido el abrazo de un amor genuino,
como un susurro que se escapa entre los dedos.
Pero contigo... contigo quiero arriesgarme.
Quiero sentirte mío, sin máscaras,
en cada mirada, en cada latido,
como si en tu cercanía pudiera encontrar mi hogar.
Me gusta pensar en nosotros,
en tu piel buscando la calidez que anhelo,
en tus brazos que disipan el miedo,
donde puedo ser vulnerable sin temor.
Me gusta imaginar que eres muy mío,
y yo, fragilmente tuya.
Quiero mirarte y creer que hoy, y cada día,
te tengo, aunque solo sea en mis sueños,
y en cada rincón de tu ser,
sin promesas ni seguridades,
visualizar que, por primera vez,
alguien puede ser verdaderamente mío,
y yo, finalmente, ser tuya.