Te soñé así... Ajena a mi tristeza. Purgando mis pecados. Sanando mi cuerpo con el tuyo sin… Anidando en la penumbra de mi alma

Sobrevivir... Sin advertir siquiera, Donde termina la vida Y donde comienza la muerte ¡Así me halló tu amor!

La primavera es efímera, Inalterable y regia Y yo naci en otoño, ¡Envejecida! Acunada por el canto de mis herald…

Triste ramera que al mundo Lames con áspera lengua. Lengua en el centro partida, Lengua entre humana y proterva. Lengua dos veces infame.

Tendido, fláccido, fofo, Como si fuese un muñeco. Inservible y desgreñado, Sin voluntad, ni deseos. Con los ojos entornados

Mía tu lengua... Que como un puñal de fuego se enva… Mía la saliva de tus besos... Que se cuaja en mis labios como tr… Míos los besos de tu boca...

¡Dios... No dejes que me vaya! ¡No quiero morirme todavía! La vida me arrastra hacia la noche Y la muerte espera por mí, Como una serpiente en su nido.

¡Mi niña! ¡Mi ángel! ¡Mi pequeña! ¡Vuelve a mí Mi Dulce niña!... ¡Soy un huérfano alcohólico que es…

Tus manos me sujetan y me envuelve… Y me impulsan a tus brazos como a… Tu boca toda abierta, Ardida de fiebre y de deseo, Me enciende como fragua.

Acepte tu adiós Crucificando los sueños. Como una mujer heroica y arcaica. Sin brazos, sin lengua... Con las entrañas enmohecidas

Ebrios, sedientos, furiosos Por la noche cobijados, Centauros enardecidos En tropel vienen andando, Por cada uno una hembra,

Desnuda... Completamente desnuda ante tus ojo… Como una cortesana hereje, Escandalosa y pagana. Despojada de vergüenza y de decoro…

Mi corazón... ¡Bóveda umbría de rígidas paredes! ¡Estrecha cavidad de mis fantasmas… ¡Negra espiral de torbellinos! Allí te detuviste vejándome el amo…

¡Mía! ¡Toda mía! ¡Mía y de nadie más! ¡Adúlteramente mía! Y yo... Tuyo.

No Federico... No son rosas de Dalí Las que te salen del pecho. No hay perfume de olivares, Sino el olor de fusiles.