#Españoles 12963-34 Autógrafo BNE Fdez Leandro Manuscrito Moratín
Ayer Don Ermeguncio, aquel pedant… locuaz, declamador, a verme vino en punto de las diez. Si de él te… sabrás que no tan solo es importun… presumido, embrollón, sino que a t…
¿Qué acecho de dolor el alma vino a herir? ¿Qué funeral adorno es és… ¿Qué hay en el orbe que a tus luce… el llanto que las turba cristalino… ¿Pudo esfuerzo mortal, pudo el des…
Cupido no permite que mi canto celebre los héroes que la fama coronó de laureles. Él me inspira dulzuras
¿Que al fin, las riquezas de la Arabia envidias, Icio, y a los reyes, no vencidos antes, de Saba preparas
Rumbo mejor, Licino, seguirás no engolfándote en la alt… ni aproximando el pino a playa mal segura, por evitar la tempestad oscura.
El niño ceguezuelo adormeciose un día en el recinto oscuro de los bosques del Ida. Venus temor concibe
Febo desde la tierna infancia mía quiso que el plectro de marfil pul… y en las alturas de Helicón gozara sus verdes bosques y su fuente frí… Mas dudosa la mente desconfía,
Aqui yace mi mujer ¡qué dicha para los dos! ella se fue a ver a Dios, y Dios me ha venido a ver
Nací de honesta madre: diome el ci… fácil ingenio en gracias afluente; dirigir supo el ánimo inocente a la virtud el paternal desvelo. Con sabio estudio, infatigable anh…
Sí, la pura amistad, que en dulce… nuestras almas unió, durable exist… Jovino ilustre; y ni la ausencia l… ni la distancia, ni interpuestos m… y proceloso mar que suena ronco,
Id en las alas del raudo céfiro, humildes versos, de las floridas vegas que diáfano fecunda el Arlas… adonde lento mi patrio río ve los alcázares de Mantua excelsa…
No pretendas saber (que es imposib… cuál fin el cielo a ti y a mí dest… Leucónoe, ni los números caldeos consultes, no; que en dulce paz, c… suerte podrás sufrir. O ya el tona…
Porque amenazas trágica ruina ¡oh! tiempo a la gran mole sacrosa… que en bóvedas soberbias se levant… honor de Tibre, la ciudad latina y cuanto existe a perecer camina
Ya la feliz ribera del edetanio río a gozar vuelve su beldad primera, y los que devastó furor impío de Gradivo sangriento,
Vicios corrige la vivaz Talía, con risa y canto y máscara engaños… y el nacional adorno que se viste. Melpómene, la faz majestüosa bañada en lloro, al corazón envía