#Españoles 12963-34 Autógrafo BNE Fdez Leandro Manuscrito Moratín
Flumisbo, el celebrado cantor de Termodonte, por quien grato a las musas fue de Dorisa el nombre, ya las sombras habita
Nací de honesta madre: diome el ci… fácil ingenio en gracias afluente; dirigir supo el ánimo inocente a la virtud el paternal desvelo. Con sabio estudio, infatigable anh…
Vicios corrige la vivaz Talía, con risa y canto y máscara engaños… y el nacional adorno que se viste. Melpómene, la faz majestüosa bañada en lloro, al corazón envía
Rumbo mejor, Licino, seguirás no engolfándote en la alt… ni aproximando el pino a playa mal segura, por evitar la tempestad oscura.
¿Adónde adónde está, dice el Infa… ese feroz tirano de Castilla? Pedro al verle, desnuda la cuchill… y se presenta a su rival delante. Cierra con él, y en lucha vacilant…
Apenas, Fabio, lo que dices creo, y leyendo tu carta cada día más me confunde cuanto más la leo. ¿Piensas que esto que llaman poesí… cuyos primores se encarecen tanto,
¿Qué acecho de dolor el alma vino a herir? ¿Qué funeral adorno es és… ¿Qué hay en el orbe que a tus luce… el llanto que las turba cristalino… ¿Pudo esfuerzo mortal, pudo el des…
El texto en amarillo se omite en el manuscrito, aunque aparece en la ediciones impresas. Las palabras en azul son las divergencias entre el manuscrito y las versiones impresas. Como mod...
Febo desde la tierna infancia mía quiso que el plectro de marfil pul… y en las alturas de Helicón gozara sus verdes bosques y su fuente frí… Mas dudosa la mente desconfía,
Ninfas la lira es ésta que algún d… pulsó Batilo en la ribera umbrosa del Tormes, cuya voz armoniosa el curso de las ondas detenía. Quede pendiente en esta selva fría…
Estos que levantó de mármol duro sacros altares la ciudad famosa, a quien del Ebro la corriente undo… baña los campos y el soberbio muro… serán asombro en el girar futuro
Ese que yace en la sangrienta aren… espantoso cadáver destrozado fue siervo obscuro intrépido sold[… caudillo de las águilas del Sena. Por él la gran Madrid de horrores…
Aqui yace mi mujer ¡qué dicha para los dos! ella se fue a ver a Dios, y Dios me ha venido a ver
Más seguro ¡oh! Licino vivirás no engolfándote en la altu… ni aproximando el pino a playa mal segura, por evitar la tempestad obscura.
Ya la feliz ribera del edetanio río a gozar vuelve su beldad primera, y los que devastó furor impío de Gradivo sangriento,