#EscritoresColombianos
Mi pobre amor se está yendo... yo me quedaré llorando... La lluvia, leve, cayendo; una nube, allá, glisando... Mi pobre amor se está yendo.
La luna blanca... y el frío... y el dulce corazón mío tan lejano... tan lejano... ¡tanto distante su mano...! La luna blanca, y el frío
¡Juego mi vida! ¡Bien poco valía! ¡La llevo perdida sin remedio! Erik Fjordsson.
No he visto el mar Mis ojos –vigías horadantes, fantásticas lu… mis ojos avizores entre la noche;… de la estrellada comba;
Tímida, la palabra de tus labios caía, y en mi pálida frente dolorosa y macabra, toda melancolía
No te me vas que apenas te me lleg… leve ilusión de ensueño, densa, in… Mi ardido corazón, para las siegas duro es y audaz...; para el domini… Mi ardido corazón a la deriva...
Oh gracia de tu rítmico cuerpo goz… Oh misterio inasible de tus ojos s… (Me persiguió tu hechizo por iluso… países encantados que holló mi fan… Oh gracia de tu cuerpo que ritmó l…
Me quedas tú, y me donas tu alegrí… con el dolor, y tu miel deleitable con el acerbo aloe. Me quedas tú, y la luz que tu alma… dentro la tenebrura inenarrable
Tengo una sed de vinos capitosos —venusino furor, pugnas salaces, ojos enloquecidos por el éxtasis, bocas ebrias, frenéticos enlaces—. Tú, Dinarzada, tú, fogosa mía,
Riela en mi alma tu recuerdo como la luna sobre el mar... En el silencio de mis noches oigo tu voz aletear, tu voz que me dice muy paso
Señora, Dama, dueña de mis votos! ¿cuándo veré tus ojos encantados, tus manos inasibles, tus dedos abu… y tus cabellos –piélagos ignotos– Cuándo veré tus ojos encantados,
De antaño llega el son a mis oídos… si esa cántiga –un día– la supieran decir mis labios trému… De antaño llega el son a mis oídos… sobria canción ligera
Yo me enveneno con un recuerdo: En el violado camarín, la seda y el sutil vello y de odorante nar… discreto olor y la hora soñada... Yo me enveneno con un recuerdo.
Tú fuiste mía, ardiente Dinarzada… todo tu ser se le entregó a mi rue… todo tu ser se le rindió a mi Nada… todo tu fuego se fundió en mi fueg… Tú fuiste mía, ardiente Dinarzada…
Dícela “El Ebrio” Aquesto dixo “El Ebrio”, una vega… Aquesto dixo con su voz cansada. Aquesto dixo por la madrugada. Yo dello non sé nada.