Más sencilla... más sencilla. Sin barroquismo, sin añadidos ni ornamentos. Que se vean desnudos los maderos,

Tu estabas dormida como el agua que duerme en la albe… y yo llegué a ti como llega hasta el agua que duerme

Españoles: el llanto es nuestro y la tragedia también, como el agua y el trueno de las nu… Se ha muerto un pueblo

Así es mi vida, piedra, como tú. Como tú, piedra pequeña; como tú,

Poesía..., tristeza honda y ambición del alma… ¡cuándo te darás a todos... a todo… al príncipe y al paria, a todos...

Filósofos, para alumbrarnos, nosotros los poe… quemamos hace tiempo el azúcar de las viejas canciones… Y aún andamos colgados de la sombr…

Luz... Cuando mis lágrimas te alcancen la función de mis ojos ya no será llorar, sino ver.

Español del éxodo de ayer y español del éxodo de hoy: te salvarás como hombre, pero no como español. No tienes patria ni tribu. Si pue…

Marineros, ¿por qué le dais a la tierra lo qu… y se lo quitáis al mar? ¿Por qué le habéis enterrado, mari… si era un soldado del mar?

Señor, yo te amo porque juegas limpio; sin trampas —sin milagros—; porque dejas que salga, paso a paso,

Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar. Y ahora ociosa y abollada va en el… y va ocioso el caballero, sin peto…

Abajo quedas tú, Inglaterra, vieja raposa avarienta, que tiene parada la Historia de O… más de tres siglos, y encadenado a Don Quijote.

De aquí no se va nadie. Mientras esta cabeza rota del Niño de Vallecas exista, de aquí no se va nadie. Nadie. Ni el místico ni el suicida.