Hembra que entre mis muslos callab… de todos los favores que pude prom… te debo la locura.

Más allá de donde aún se esconde la vida, queda un reino, queda cultivar como un rey su agonía, hacer florecer como un reino

No es tu sexo lo que en tu sexo bu… sino ensuciar tu alma: desflorar con todo el barro de la vida lo que aún no ha vivido.

El acto del amor es lo más parecid… a un asesinato. En la cama, en su terror gozoso, s… el alma del que está, hombre o mujer,

Una cucaracha recorre el jardín hú… de mi chambre y circula por entre… vacías: la miro a los ojos y veo tus dos o… azules, madre mía.

Tengo un idiota dentro de mí, que… que llora y que no sabe, y mira sólo la luz, la luz que no sabe. Tengo al niño, al niño bobo, como… en Dios, en un dios que no sabe

Te mataré mañana cuando la luna sa… y el primer somormujo me diga su p… Te mataré mañana poco antes del al… cuando estés en el lecho, perdida… y será como cópula o semen en los…

Murió en Sicilia, a la edad de ve… un nombre y la apariencia de un cu… sin alma en el cuerpo moría en jue… espuma por la boca, húmedos sonido… y una calavera presa entre las sáb…

Yo soy un hombre muerto al que lla… En la cena de los hombres quién sa… algo aún será: ceniza en la mesa o alimento para el vino. Los bárbaros no miran a los ojos c…

Vi cuatro mujeres luchando por los… vi cuatro mujeres luchando solas,… por la posesión del soplo y disputando con sus uñas feroces… abandonaba feliz aquellos huesos.

Los hombres del Viet son tan herm… El agua del río, lamiendo sus pier… su ruina. Luego vinieron las Grandes Lluvia… la vagina hambrienta de la selva,…

Dos atletas saltan de un lado a ot… lanzando gritos y bromeando acerca… y no sé sus nombres. Y en mi alma… cómo se balancean los trapecios. D… atletas saltan de un lado a otro d…

Qué larga es la ribera de la noche… qué larga es. No hay animales ya ni estrellas y el matorral de los recuerdos la vida es una línea recta,

Fumo mucho. Demasiado. Fumo para frotar el tiempo y a vec… y oigo pasar la vida como quien po… Fumo mucho. En el cenicero hay ideas y poemas y voces

Tú que eres tan sólo una herida en la pared y un rasguño en la frente que induce suavemente a la muerte: tú ayudas a los débiles