Un día pensé que era fácil encontrar el amor, pero veo que no es así. Porque el amor va más allá de un simple beso, de un típico amor de novela, el verdadero amor no se ve con los ojos, se siente en el alma. Pero ¿Seremos capaces de diferenciar ese sentimiento?, porque el corazón tiene un sinfín de emociones, es casi como contar los granos de arena en el mar o las estrellas en el cielo. Pasamos una vida sintiendo emociones y algunas de ellas reprimiéndolas. Así que debemos buscar en todos los rincones, aunque a veces de miedo, evitemos suponer y ganemos valentía porque ¿Cuántas veces lo hemos dejado escapar?...
Debo decir que cuando sientes amor puedes diferenciar el grano de arena entre la inmensidad de la tierra.
El entorno, la familia, los amigos son energía para vivir. Pero quien decide caminar somos nosotros, pero, hacia ¿dónde camino?, ¡eso tú lo decides ¡El horizonte es amplio cuando somos niños tenemos un sueño sin importar a quien le agrade porque es nuestro, lo raro es que conforme vamos creciendo ese sueño se va desvaneciendo. Ahora que llegamos a una etapa adulta con más herramientas que podemos emplear, generar y aplicar nos cuesta tanto trabajo alcanzar.
Leemos y vemos frases motivadoras, películas alentadoras, cinco minutos de entusiasmo y ¿qué pasa?, se esfuman sólo estuvieron por un minuto, por un momento, por unas horas o por unos días. ¿Por qué se fueron?, porque dejamos que se vayan, como el agua corre en un rio...
Y todo esto vino de la palabra “love” porque el primer paso es amar lo que hago y amarme a mí para poder amar a los demás.  Paremos de pensar y reflexionemos en las huellas que hemos dejado, pongamos stop y hay que darnos el lujo de modificar nuestra vida misma, tomar el timón de mi barco y ver el objetivo por el que quiero seguir respirando.
Sin duda hay un ángel que te va guiando.