Prometí olvidarte, juré que lo haría pero una vez más me equivoqué. Volví a engañarme a mí misma. No quería abrir los ojos, no quería ver que mi sueño se hundía poco a poco, entre risas y lágrimas... Si, intentaba ocultarlo, estaba tan ilusionada... solo con falsas esperanzas. Aprendí a llorar sin derramar una sola lágrima y a decirlo todo con una simple mirada. Otro recuerdo para la colección, para el baúl de sueños rotos. Me gustaría saber porque, por que he sufrido todo lo que he sufrido y por que no he reído todo lo que merecía reír. Me gustaría volver atrás y revivirlo todo en segundo plano, para visualizar cada detalle y aprender de los errores del pasado. Abrir el baúl y proyectar cada recuerdo, cada sueño roto. ¿Algún día inauguraré el baúl de sueños cumplidos? Puede, tal vez, en un futuro cuando sea fuerte, de hierro, indestructible. Cuando de verdad empiezo a creer, cuando me ilusiono, se vuelve a apagar la luz... y cada vez cuesta más. Cuesta más encontrar esa pequeña chispa que haga revivir la llama. Creo que es hora de destruir los recuerdos del baúl de sueños rotos. Tendré que pasar de página o tal vez cambiar de libro, quien sabe. No recorreré el mundo por alguien que no daría ni un paso por mi. No volveré a llorar por alguien que me haga daño, la única que me vea llorar será la que me haga reír hasta que salgan lágrimas de mis ojos. Hoy lo destruiré, esta decidido, me despido del baúl de sueños rotos, me despido del pasado para dar paso a algo mejor, al baúl de sueños cumplidos y a la gente que de verdad merece mi tiempo.