Fugaz
El tiempo nunca es en vano
Veloz y aventurado
silencioso y alejado
trazando efímeras estrofas
de un recuerdo azucarado.
Yace un verbo desnudado
y un miedo apaciguado
qué mas decir entonces
si el adiós se ha redactado.
No,
no queda dolor
sólo el goce del recuerdo
de haberte acompañado,
de verte sonreir
y tu intelecto haber abrazado.
Cuántos encantos más que ni siquiera has notado.
Ve y canta,
muestra eso que no ves,
deja la simpleza fluir
que la serenidad se dejará en tí ser.
No te dejes apagar,
permítete viajar,
en cielo, memoria o tierra
y en todo lo que te permitas aprender.
Veo ahora
lo que no alcancé a conocer
los caos y tormentos
que tanto temes se dejen ver.
Y vuelvo a la retórica,
al fugaz encuentro con la mística diatónica
recordando feliz
tu voz ahora nemónica.
Como una caricia a tiempo de un pálpito
una mirada
un beso que suspiramos
un sueño casi intrínseco
que en fragmentos nos hemos regalado.
Dejo acá mi testimonio derramado
en pocas letras que apenas he ordenado
dejando atrás este episodio que tanto he disfrutado.
Abrazo esta gratitud que al fin me he permitido
por dejarme compartir contigo
la estela de un amor que como un destello se ha esfumado.
