Cargando...

Cumplir un sueño

Doce horas
que pasaron en 5 minutos,
doce horas
de mucha piel,
y no hablo de matarse en la cama,
sino de permanecer cerca
uno del otro
alternando qué pecho hace de almohada
y qué manos acarician en cada momento.
 
Escuchando recuerdos, o canciones,
como quieras decirles,
revelando las historias detrás de cada una,
poniendo sobre la mesa alguna que otra tristeza.
 
Entre marca y marca en la piel
nos fuimos haciendo más uno.
Dos cuerpos se transformaron
en dos almas fundiéndose
con cada puente de palabras y besos que íbamos construyendo.
 
Se cumplió un sueño:
dormir entre tus brazos no lo cambio por nada en el mundo.
Sentir tu respiración, tus latidos,
tus manos –benditas manos– abrazándome.
 
Ahora me cuesta dormir lejos tuyo.
Me sentí completamente llena tu lado,
y siento el vacío de tu piel en la mía.
Pero
no se me escapa ningún detalle
al recordar tan hermosa noche,
—no olvidemos que también la luna estaba espléndida—
Y ansío fuertemente
volver a sumergirme en un abrazo nuestro,
pero tiempo al tiempo.
 
Ayer disfruté un rato a tu lado,
hoy disfruto extrañarte.
Ayer disfruté escuchándote decirme que me querés,
hoy disfruto confiar en que sigue siendo así.
Ayer me deleité en los milímetros entre tu piel y la mía,
hoy disfruto sentirte conmigo
corazón a corazón.
Porque ¿qué es un kilómetro para dos almas enamoradas?

22/07/18

Otras obras de Luna Creciente...



Top