Cargando...

El color exótico

Con tu pantalla oval de anea rara,
tus largos alfileres y tus flores,
parecías, cargada de primores
una ambigua musmé del Yoshivara.
 
Hería en los musgosos surtidores
su cristalina tecla el agua clara,
y el tilo que a mis ojos te ocultara
gemía con eglógicos rumores.
 
Tal como una bandera derrotada
se ajó la tarde, hundiéndose en la nada.
A la sombra del tálamo enemigo
 
se apagó en tu collar la última gema.
Y sobre el broche de tu liga crema
crucifiqué mi corazón mendigo.
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Leopoldo Lugones...



Top