A Los Amores Ausentes
A Los Amores Ausentes
Que la noche recoja los amores
que el tiempo arrebató sin compasión,
los secretos guardados en rincones
y las risas que hundió la oscuridad.
Que rescaten del viento los susurros
que jamás se atrevieron a volar,
los abrazos truncados por el miedo
y las lágrimas que no supimos llorar.
Traigan luces a tanta sombra fría,
los caminos que el alma extravió,
el primer verso de una melodía
que en silencio el corazón guardó.
Los amores fugaces, como espumas,
los que ardieron en un solo instante,
los que hicieron nido en la amargura
y se fueron sin decir *adiós* antes.
Que me devuelvan tus labios de fuego,
el calor que en mi piel dibujaste,
las promesas que ardieron en el viento
y el reloj que tu ausencia desgarró.
Que me entreguen tu voz en pedazos,
tus mentiras, tus gritos, tu verdad,
y se lleven este llanto amargo
que me ata a la soga de la soledad.
Reconstruyamos el amor que un día
se perdió entre las grietas del ayer,
que tu risa me sirva de guía
y tu piel de refugio al amanecer.
Que no queden memorias vacías,
ni palabras pudriéndose en el hiel.
Que el destino nos una en otra vida
si en esta no logramos volver a nacer.
Y si el tiempo nos niega otro intento,
que las estrellas guarden nuestro aroma,
los restos de un amor que fue violento
y en la tierra sembró cicatrices de loma.
—Luis Barreda/LAB
