Profesor, Quijote de la infancia, que modelas la dúctil argamasa, que conviertes la ilusión en enseñ… y haces estrellas de una modesta z… Mago transmutador de soles, catedr…
La herencia de Caín Qué hiciste Caín, que no pensast… cómo llegaste a ser germen del mal… cómo la envidia y el odio que incu… llega a convertirte en criminal?
Al campeón Nunca tuvo buenas notas, le gustaba la pelota, frecuentaba una patota que se juntaba en la esquina.
Narciso y la mulata Narciso es un gran conquistador de figura esbelta, anchas espaldas… pasó a tomar un trago y encontró una espectacular mujer; una mulata…
Rindo aquí un homenaje muy sincero al vaso cilíndrico de latón con ta… que ha sido fiel amigo, compañero de la gente humilde de mi patria. Al recordado tarro de la infancia,
Nostalgia (Recuerdo de Linares) Mi madre me sirvió un mate con ced… Y le puso, paciente, dos pancitos… Me acerqué la bombilla y sorbí de…
El cristo sumergido Bajaste Jesús a los infiernos a buscar a las almas angustiadas, estuviste en la antípoda del cielo completando tu misión sagrada.
La Piedra de Molino (Lucas 17:2) Testigo silencioso, depravado, de la perversión del sexo y del do… causado al niño tímido del interna…
Imposible hablar de las mujeres sin acordarse de los ojos violeta de Liz Taylor o si lo prefiere de la Dietrich y sus torneadas pie… A otros gustará la cara inocentona
Larga oscuridad El niño Yuen nació con labio lepo… afortunadamente lo dejaron vivir, escapó a la aplicación del aborto… que en China es una ley ”ellos deb…
El Lama Icsa Pregunté al viejo maestro si conoc… si se sabía en oriente de su prédi… de su alta taumaturgia, de su sacr… de su condición divina y de su res…
En el aula de Berlín En Berlín en la universidad, planteó el profesor algo profundo, preguntó a los alumnos si es verda… que Dios creó cuanto existe en est…
Venia el viejo maestro bajando de… apoyándose en el bo, parecía un gr… en su mano izquierda el vajra, des… mirada serena, lúcida, inmerso en… Soy portador de un mensaje a los f…
Comenzando a vivir, juguetes de madera Me sentía feliz, se encendía mi vela. En el rincón del aula
El poeta morboso Para matar un hijo se necesita orgullo soberbia y decisión, egoísmo malicia, inconciencia, cómplices, dinero y un doctor.