A doña Panchita el sol la hizo de carne trigueña. El sol la hizo buena moza. El sol la hizo buena hembra. Le puso negro el cabello;
A la orilla del camino que en la sierra se encarama, mi gallo duerme en la rama de viejo laurel sabino. Le corre ardor masculino
¡Pancho Ibero! Tronco de honda ra… y encarnación de la América españo… Una ola te trajo a las playas de… ¡Pancho Ibero! ¡Bendita sea la ol… Tramas la dictadura, pero armas la…
Cuando salí de collores fue en una jaquita baya, por un sendero entre mayas arropás de cundiamores. Adiós, malezas y flores
Linda rubia: las otras lindas rubi… saben que tú eres la más rubia ent… ¿De qué áureos medievales, de qué… de virreinos en flor, de qué moned… por el roce de siglos derretidas,
Déjame, niña, bogar, en el esquife de un verso, por el oleaje perverso de tus pupilas de mar. Quiero en ellas desafiar
Ya está el lucero del alba encimita del palmar, como horquilla de cristal en el moño de una palma. Hacia él vuela mi alma,
Ay, qué lindo es mi bohío y qué alegre es mi palmar y qué fresco el platanar de la orillita del río. Qué sabroso es tener frío
La golondrina mansa del recuerdo se ha posado en mi torre de poeta. Viene de las difuntas lejanías... Del lado allá de las aradas sendas… Del sequedal escueto del olvido...
Niño, de noche lanzábame a la selv… acompañado del negro viejo de la h… y cruzábamos juntos la manigua esp… Yo sentía el silencioso pisar de l… y el aliento tibio de sus bocas ab…
El—La historia de nuestro amor, que aún sahúma tu memoria, fue breve como la historia de la abeja con la flor. Prisionera de la flor,
¿Qué me dicen desplegadas las nube… esas nubes de tus tristes ojeras? ¿Qué me dicen tus mejillas tan pál… esas curvas de tus nobles caderas? ¿Qué me dicen tus mejillas tan pál…
Como medialuna blanca en la medianoche negra, tu blanca piel es la lumbre que aluza mi hosca tristeza. Tu piel le reza de noche
Bendito sea el Diablo, que me ama… al rojo de su capa y de su pluma, y mis sentidos en amor sahúma, y en fuego de dolor los achicharra… Brinda una flor en su espumosa jar…
Ensueño que estoy cenando y que tu espalda es mi mesa, acostada su blancura, como en la playa te viera nadando sobre la ola