(A Félix Matos Bernier) Bajo el manto de sombras de la pri… la mano de Elohím, ahíta en el der… de la bíblica luz del fiat omniful… te amasó con la piel hosca de La s…
Para asomarme, desde mi alma, al m… ábrete y serás tu la única puerta. Ábrete en un amor tan ultrahumano que se salga del caso de la tierra… Ábrete en el temblor de la mirada
¡Pancho Ibero! Tronco de honda ra… y encarnación de la América españo… Una ola te trajo a las playas de… ¡Pancho Ibero! ¡Bendita sea la ol… Tramas la dictadura, pero armas la…
¿Qué me dicen desplegadas las nube… esas nubes de tus tristes ojeras? ¿Qué me dicen tus mejillas tan pál… esas curvas de tus nobles caderas? ¿Qué me dicen tus mejillas tan pál…
Una novia en la playa... Una vela en el mar... Los péndulos de hojas, que cuelgan del cocal, tararean, ean, ean,
Guíñale al sol la cabaña. El río es brazo que se pierde por entre la manga verde que cuelga de la montaña. El yerbazal se desbaña.
La Mujer Puertorriqueña Mujer de la tierra mía. Venus y a un tiempo María de la India Occidental. Vengo a cantar la poesía
Ya está el lucero del alba encimita del palmar, como horquilla de cristal en el moño de una palma. Hacia él vuela mi alma,
Cuando salí de collores fue en una jaquita baya, por un sendero entre mayas arropás de cundiamores. Adiós, malezas y flores
Altamar del Mar Caribe. Noche azul. Blanca goleta. Una voz grita en la noche: —¡Marineros! ¡A cubierta! Es el aullido del lobo
A doña Panchita el sol la hizo de carne trigueña. El sol la hizo buena moza. El sol la hizo buena hembra. Le puso negro el cabello;
Mi gallo ama el bosque umbrío de la verde cordillera y la caricia casera de la hamaca en el bohío. Cuando lanza su cantío,
A la orilla del camino que en la sierra se encarama, mi gallo duerme en la rama de viejo laurel sabino. Le corre ardor masculino
Oh, los anhelos de ml amor insanos… Quiero empañar tus límpidos crista… y ver palidecer esos corales sobre las perlas de tu boca ufanos… Quiero que llore, herida en sus ar…
Déjame, niña, bogar, en el esquife de un verso, por el oleaje perverso de tus pupilas de mar. Quiero en ellas desafiar