Cuanto quisiera poder estrecharte al despedirme de ti. Decirte la falta que me harás, darte un beso, tomar tu mano
Todo tenía un significado y valía. Hasta la propia vida. Todo, según tú: la medida de todo,
Siempre me estoy yendo, nunca llegando La sensación que me habita es la de la despedida, la del destino del marinero,
Te espero, no llegas. Me asomo por tu ventana, no te veo… Aguzo el oído, no te escucho. Extiendo mi mano, no te encuentro. Veo un fantasma, eres tú.
Abro los míos y conteniendo otras cosas que te diría, mientras observo el lado oscuro de la luna en mi propia alma, —Por la alegoría y la composición visual de la imagen, como metáfora ...
Estoy cansado. No se hasta cuando esta contienda sin contendor Soy campo de batalla sin fragor,
No eres consciente del demonio que… Un sentimiento antiguo y doloroso, por prohibido, por imposible. ¿Qué hago ahora contigo? No tengo otra opción que padecerte…
te volveré a ver y no seremos los mismos la vida habrá pasado y en el fondo del alma algo se removerá
Malaya la hora en que me fijé y VI tu existencia. Malaya la hora en que te sentí y vi mi existencia. Malaya la hora en que te besé
Y entonces el tiempo pasó. Inexorable, pero discreto, sin ser percibido. Sin aspavientos. Sin bulla,
Contigo yo estaba dispuesto a todo Quemar mis naves, quedarme y hacer mi viaje más largo y no llegamos ni a la esquina Mientras yo me quemaba en una pira
La soledad no la para nadie, excepto tu. La soledad derribó mi paz,
Un fantasma, algo que alguna vez fue, y ya no es. Una nostalgia (lo que eres tu) ¿Qué fui para ti?
Me sorprendo mirándote, tu allí, yo aquí. Tan cerca, tan lejos.
Paso el tiempo mirando las pequeñas constelaciones en tu… y se apodera de mi la ancestral n… de reconocer formas e imágenes y ponerles nombre